Día de Santa Emilia de Rodat: Un Legado Vivo en el Corazón del Colegio Sagrada Familia
Siempre es motivo de agradecimiento poder juntarnos y celebrar cada 19 de Septiembre el día de nuestra Fundadora Santa Emilia de Rodat.
Este día especial nos invitó a reflexionar sobre la vida y obra de una mujer que, con su profunda fe y amor a Dios, dejó una huella imborrable en el mundo. Santa Emilia no solo fue una fundadora de escuelas, sino una madre espiritual para todos aquellos que compartimos los valores cristianos que ella defendió con tanto fervor.
La jornada comenzó con una solemne Eucaristía, donde participaron los alumnos desde 3º de Primaria hasta 4º de la ESO. En este encuentro espiritual, se destacó el ejemplo de Santa Emilia, quien desde su infancia demostró un amor inquebrantable por los más pobres y necesitados. Nacida en 1787 en Villefranche-de-Rouergue, Francia, Emilia de Rodat supo, desde muy pequeña, reconocer en su corazón la llamada de Dios. Con un espíritu humilde, pero lleno de convicción, dedicó su vida a la enseñanza y al cuidado de aquellos que la sociedad había olvidado.
Durante la homilía, las palabras resonaron con fuerza al recordarnos que la vida de Santa Emilia fue un testimonio vivo de fe, caridad y entrega. Ella nos enseñó que el amor verdadero no conoce límites y que, cuando somos capaces de ver a Cristo en los demás, especialmente en los más vulnerables, encontramos nuestro propósito más profundo. Su legado continúa vivo en nuestro colegio, donde cada día nos esforzamos por cultivar esos mismos valores entre nuestros alumnos.
En este ambiente de recogimiento y oración, las religiosas de la Sagrada Familia estuvieron presentes en la celebración , recordándonos la misión que Santa Emilia inició hace más de dos siglos: educar no solo las mentes, sino también los corazones de los jóvenes, para que sean hombres y mujeres comprometidos con los valores cristianos y el amor al prójimo.
Mientras los alumnos mayores participaban de la Eucaristía, los más pequeños, los alumnos de Educación Infantil y del primer ciclo de Primaria, llevaron a cabo una emotiva oración conjunta. En esta oración, los niños ofrecieron su corazón a Santa Emilia como símbolo de su conexión con ella y su deseo de seguir sus pasos. Con el lema “Conecta con Emilia”, los pequeños expresaron de manera sencilla, pero profunda, su deseo de vivir según los valores que nuestra fundadora nos enseñó: el amor, la caridad y la compasión hacia los demás.
Los niños, con sus corazones puros, nos recordaron a todos que la santidad no se encuentra en grandes gestos, sino en los pequeños actos de amor y bondad que realizamos cada día. Al final de la oración, el silencio se rompió con una lluvia de sonrisas, y los alumnos ofrecieron sus corazones de cartulina, decorados con sus propias manos, como una promesa de continuar el legado de Santa Emilia en sus vidas cotidianas.
La jornada continuó con una serie de talleres diseñados para los alumnos de todas las edades. Estos talleres, organizados con la colaboración de los tutores y los alumnos de la ESO, abarcaron diversas actividades: desde juegos recreativos y deportes hasta talleres artísticos que permitieron a los alumnos expresar, a través del arte, su comprensión y amor por la figura de Santa Emilia. Los talleres no solo fueron una oportunidad para divertirse, sino también para aprender a trabajar en equipo, a respetar a los demás y a reconocer la importancia de vivir según los valores de caridad y solidaridad.
Fue un día lleno de emociones compartidas, donde la presencia constante de las religiosas de la Sagrada Familia aportó un aire de espiritualidad y comunión. Ellas, con su ejemplo de vida consagrada, nos recordaron que el camino de Santa Emilia sigue vivo hoy en día, y que todos estamos llamados a ser parte de esa misión: llevar el amor de Dios a cada rincón de nuestra vida, desde las aulas hasta nuestras familias y nuestras comunidades.
A lo largo del día, el ambiente en el colegio se llenó de una alegría contagiosa, una alegría que reflejaba la esperanza y la gratitud por pertenecer a una familia que sigue el ejemplo de una mujer santa, cuyo corazón ardió con el amor de Dios. La jornada concluyó con un sentimiento compartido de unidad y compromiso, conscientes de que no solo celebramos la vida de Santa Emilia, sino que renovamos nuestro compromiso de vivir según los valores que ella tanto defendió.
Santa Emilia de Rodat nos dejó un legado que no se mide en instituciones o logros materiales, sino en el impacto que tuvo y sigue teniendo en los corazones de aquellos que han sido tocados por su ejemplo de fe. Su vida fue un constante testimonio de entrega y de amor al prójimo, una entrega que sigue inspirándonos a ser mejores, a amar más profundamente y a servir con mayor dedicación.
En este día tan especial, nuestra comunidad educativa del Colegio Sagrada Familia se sintió más unida que nunca, agradecida por el legado de una mujer extraordinaria que nos sigue guiando, más de 200 años después de su nacimiento, en el camino de la fe, la esperanza y la caridad.
Santa Emilia de Rodat, ruega por nosotros.