El Colegio Sagrada Familia se convirtió el pasado viernes 24 de noviembre en un escenario de creatividad y expresión gracias al Día de la Música. Cada espacio del Colegio se transformó en rincones musicales donde los alumnos pudieron disfrutar de numerosas actividades.
El día comenzó con audiciones musicales. Raquel (alumna de tercero de primaria y su papá Javier) nos dieron los buenos días con una sorprendente audición musical con el piano. Los alumnos que van al conservatorio, trajeron sus instrumentos y nos deleitaron con pequeñas piezas clásicas y contemporáneas en el patio de las plantas.
Los músicogramas transformaron partituras en obras de arte visual. Gracias a los Boomwhackers, se crearon sinfonías que llenaron el aire de ritmos y energía contagiosa.
La música se fusionó con el arte de los más peques y dejaron que los pinceles danzaran al compás de melodías inspiradoras.
Las luces musicales llenaron de color el aula Atelier, convirtiendo cada paso en una conexión entre el sonido y el color.
Los Escape Room musicales desafiaron las mentes mientras los alumnos resolvían acertijos y descifraban melodías ocultas. Los bailes con balones añadieron un toque de diversión física, fusionando el ritmo con el juego en un espectáculo de coordinación y alegría. También hubo un rincón de juegos de mesa donde los alumnos tenían que realizar una línea del tiempo adivinando el año de las canciones.
Otro de los rincones que más gustó en secundaria fue el de la invención de letras con bases en el ordenador que permitieron a los alumnos convertirse en poetas modernos a través de diferentes estilos musicales.
En resumen, el día de la música fue más que un evento, una inmersión completa en el universo musical. Cada rincón reflejó la dedicación y pasión de la comunidad educativa por explorar y celebrar la riqueza de la música en cada una de sus formas.
